
Introducción
La contratación pública en España se regula a través de la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), una norma que garantiza la transparencia, la libre concurrencia y la igualdad de oportunidades entre empresas. Dentro de esta normativa se distinguen varios tipos de contratos públicos, cada uno con características específicas según el objeto de la prestación.
Conocer las modalidades de contrato público es esencial tanto para las empresas que desean participar en licitaciones como para las Administraciones que los convocan. En este artículo analizamos los principales contratos regulados por la LCSP y sus aspectos más relevantes.
Contrato de obras
El contrato de obras se utiliza para la construcción, reparación, conservación o demolición de una obra. Se trata de uno de los contratos públicos más importantes por su impacto económico y social.
- Ejemplos: construcción de colegios, hospitales, carreteras o rehabilitación de edificios públicos.
- Claves: exige un proyecto técnico aprobado por la Administración y, en algunos casos, la clasificación empresarial.
Es un contrato habitual en las Administraciones locales y autonómicas, con gran atractivo para empresas del sector de la construcción.
Contrato de concesión de obras
En la concesión de obras, una empresa privada se encarga de ejecutar y explotar una infraestructura pública, asumiendo el riesgo económico de la operación.
- Ejemplo: construcción y gestión de un parking público o una autopista.
- Retribución: el concesionario obtiene ingresos de las tarifas de uso o explotación de la obra.
Es una fórmula que permite a la Administración acometer proyectos de gran envergadura sin asumir todo el coste inicial.
Contrato de concesión de servicios
El contrato de concesión de servicios otorga a una empresa la gestión de un servicio público con riesgo económico asociado.
- Ejemplos: transporte urbano, explotación de piscinas municipales, gestión de instalaciones deportivas o sanitarias.
- Diferencia clave: a diferencia del contrato de servicios ordinario, aquí el pago depende de la explotación del servicio y no solo de la Administración.
Contrato de suministro
El contrato de suministro regula la adquisición o arrendamiento de bienes muebles por parte de la Administración.
- Ejemplos: compra de vehículos, equipamiento informático, material sanitario o mobiliario de oficinas.
- Variedades: puede incluir suministros sucesivos (ej. material de oficina mensual) o con entrega única.
Son contratos muy frecuentes y accesibles para pymes, ya que no suelen exigir una gran infraestructura.
Contrato de servicios
El contrato de servicios es probablemente el más versátil dentro de la contratación pública. Permite a la Administración contratar prestaciones profesionales o técnicas que no encajen en obras o suministros.
- Ejemplos: asesoría jurídica, servicios de limpieza, mantenimiento de sistemas, consultoría tecnológica o asistencia técnica.
- Importancia: representa un alto porcentaje de las licitaciones que se publican cada año en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
Contrato mixto
El contrato mixto combina elementos de varios contratos anteriores.
- Ejemplo: construcción de un edificio público que incluye el suministro e instalación del equipamiento tecnológico y su posterior mantenimiento.
Requiere un análisis cuidadoso para determinar qué normativa aplicar en cada fase, lo que lo convierte en una modalidad compleja pero frecuente en la práctica.
Conclusión
Los contratos públicos en la LCSP son la herramienta principal para que las Administraciones adquieran bienes, servicios u obras de interés general. Diferenciar entre contratos de obras, concesiones, suministros, servicios o contratos mixtos permite a las empresas identificar oportunidades y preparar ofertas adaptadas a cada procedimiento.
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